ETXERAT (30-7-2020). Según hemos podido saber en los últimos días, IIPP ha ordenado nuevos “acercamientos”.

Como familiares y amigos de presas y presos políticos vascos, como personas directamente afectadas por el alejamiento, consideramos que denominar “acercamientos” a traslados que nos obligan a recorrer cientos de kilómetros responde a una interpretación perversa de la realidad.

Desde septiembre de 2018, 47 de nuestros familiares alejados han sido trasladados. Sólo en 7 casos han sido trasladados a Euskal Herria: ésos son los únicos acercamientos reales que se han producido.

La realidad es que, hoy por hoy, el 66 % de las familias de presas y presos políticos vascos, deben recorrer entre 1.200 y 2.200 km para visitarles. Puede que se hayan acortado algunas distancias, pero el alejamiento continúa plenamente activo, sometiéndonos al desgaste físico, psíquico y económico. Continúa imponiendo el riesgo de las carreteras, con 16 víctimas mortales y cientos de víctimas potenciales. Continúa privando del derecho a la vida familiar a las personas que, por edad o por enfermedad, no están en condiciones de viajar. Y en una situación como la actual, con una pandemia global por medio, o bien nos priva de toda posibilidad de visitarles o nos fuerza a más riesgos de los que ya corremos habitualmente.

Son 33 años de castigo impuesto a las familias; no admitimos maniobras de distracción, ni falsas alternativas que sólo prolongan el sufrimiento y la restricción y vulneración de derechos. Presas y presos políticos vascos deben ser trasladados a Euskal Herria: única y urgentemente a Euskal Herria.