• Tras ser desnudada después de una visita quisieron, además, cachearla.
  • La prisión ha castigado a Eizagirre con 21 días de visitas con cristal e intérfono

ETXERAT. 21 días de castigo para la vecina de Zarautz Ekhine Eizagirre. Esa ha sido la decisión de los responsables de la cárcel de Fleury tras el incidente con la presa política vasca dispersada a más de 900 kilometros de Euskal Herria.

La dirección de la cárcel obliga a los presos a desnudarse tras cada visita en un perqueño cuarto y, simepre, ante la presencia de una funcionaria. En esta ocasión, la funcionaria de la cárcel trató de ir un paso más allá y quiso, además cachear, con guantes a Eizagirre.

La presa política se negó, a pesar de las reiteradas amenazas por parte de la funcionaria de que avisaría a más funcionarios. Eizagirre se quedó, por tanto, sola en el cuarto y, visto que sería para largo, decidió salir al pasillo.

Cuando la funcionaria llegó con los “refuerzos”, Eizagirre les volvióa indicar que ella no iba a aceptar vejaciones. Tras unos momentos de tensión y en vista de que los funcionarios estaban preparandose para cachearla por la fuerza, Eizagirre decidiío desnudarse, a modo de protesta, en el mismo pasillo. En el castigo, la prisión alega, además, escándalo.


Lucha de las mujeres en Fleury

Las presas políticas encarceladas en la prisión de Fleury Merogis han comenzado también una lucha por la mejora de sus condiciones. Su situación es insostenible y, en los últimos meses, ha ido a peor paulatinamente con vejaciones y recortes de derechos. Así, el martes se plantaron en el patio.

Como era previsible, fueron todas conducidas a la mitard o celda de castigo dónde, previsiblemente, pasarán los próximos 12 días. Será allí donde decidan los próximos pasos de la lucha que han emprendido.

Los familiares han anunciado, además, que van a poner en marcha una campaña masiva de envío de cartas a la dirección del centro para denunciar la situación.