La asociación ETXERAT denuncia que el preso de Ondarroa Ibon Iparragirre, gravemente enfermo, ha sido alejado desde la prisión de Basauri a la de navalcarnero(Madrid), donde se encuentra en la enfermeria. Ibon Iparragirre padece una grave enfermedad y en el plazo de una semana fue agredido dos veces en Basauri, la primera vez el 14 de abril y la segunda el 20 del mismo mes.

ETXERAT denuncia que en la noche del 20 de abril, Ibon Iparragirre fue agredido por dos funcionarios en la prisión de Basauri. Durante el transcurso del recuento nocturno, dos funcionarios tardaban más tiempo de lo habitual en cerrar la puerta de su celda, debido a lo cual el propio Ibon salió y la cerró. Esto no gustó a los funcionarios, quienes entraron en la celda de Ibon y le propinaron cada uno dos bofetones, a consecuencia de lo cual se cayó al suelo y se golpeó contra la cama sin resultar herido.

Por otro lado, el 14 de abril un preso social le arrojó a Ibon Iparragirre un café con leche a la cara y seguidamente le propinó un puñetazo, a consecuencia del cual se cayó al suelo y resultó herido en la cabeza.

Ayer, 22 de abril, ibon Iparragirre fue alejado a la prisión de navalcarnero desde Basauri, lejos de su lugar de origen y de sus familiares, encontrandose actualmente en la enfermeria de Navalcarnero. En una semana ha sido agredido dos veces y finalmente ha sido alejado de Euskal Herria.

Ibon Iparragirre padece una grave enfermedad y hasta el pasado 7 de marzo se encontraba en situación de prisión atenuada en su domicilio, cuando fue detenido y encarcelado en Basauri por la Ertzaintza, y en la prisión su situación ha empeorado. La prisión no es el lugar adecuado para tratar la enfermedad de Ibon, pero como consecuencia de una decisión política fue encarcelado el pasado mes de marzo y ahora ha sido alejado.

En los últimos tiempos se han incrementado los ataques contra los presos políticos vascos gravemente enfermos. El gobierno español quiere mostrar imagen de fortaleza y para ello arremete contra aquellos que se encuentran en situación de debilidad, y lo que ha sucedido con Ibon Iparrigirre y con Josu Uribetxebarria es una claro ejemplo. La situación de Ibon Iparragirre es mu grave y alarmante.

En opinión de ETXERAT, esta situación resulta inadmisible, ya que el gobierno español está actuando con crueldad y por venganza, dando la impresión de que no han digerido bien la sentencia del pasado 21 de octubre del tribunal europeo de derechos humanos.