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ETXERAT (23-9-2020). Hemos denunciado una y otra vez la posición de bloqueo que el Gobierno francés mantiene en relación a los presos políticos vascos y al proceso de paz. Hay innumerables elementos para apoyar esta acusación, pero quizá el más claro y cruel de todos ellos es la condena a perpetuidad a algunos de ellos. En la víspera de conocer la decisión sobre Jakes Esnal y de la vista de Xistor Haranburu, cabe recordar que ambos, junto a Ion Kepa Parot, permanecen en prisión desde hace más de 30 años. Deberían estar libres, ya que en los tres casos se cumplen los requisitos jurídicos requeridos para ello, de igual manera que a nivel político, tal y como han manifestado los jueces que han aceptado sus demandas, en base al reconocimiento del proceso de paz y del nuevo tiempo que vivimos.

Por lo tanto, entendemos que con el bloqueo sistemático, el procurador antiterrorista busca claramente que la situación se estanque y se deteriore. Transcurren los años y estos presos continúan en prisión, pese a que podrían estar desde hace tiempo con la condicional. Esta actitud provoca consecuencias dramáticas, no sólo para los propios presos, sino también para sus familias que continúan desde hace 30 años sufriendo las consecuencias y que no atisban un final a esta situación. El impacto es más grave si cabe ya que, es insostenible e inaceptable mantener esta situación extrema, tanto a nivel humano, como político y social. Queremos soluciones basadas en la justicia, necesitamos decisiones no sustentadas en el chantaje y la venganza.

No podemos abordar la situación global de los presos y presas sin citar las graves consecuencias de la pandemia, que están complicando aún más el mantenimiento de las relaciones familiares y afectivas. Las medidas sanitarias que se están tomando en prisión contribuyen a aumentar aún más el aislamiento. Por ello reiteramos la importancia de las libertades condicionales y las de los presos enfermos.

Finalmente, queremos señalar que el Gobierno continúa sin nombrar a quien sustituya a Adeline Hazan al frente de la oficina de controladora de lugares de privación de libertad. Nos parece asimismo inquietante que el Observatorio Internacional de Prisiones haya perdido las 2/3 partes de su subvención estos últimos años, lo que redunda en menos medios para denunciar las vulneraciones de derechos en las prisiones.

Subrayamos la importancia de las movilizaciones y en este contexto, no podemos sino extender nuestra felicitación por la que tuvo lugar el pasado sábado en Ipar Euskal Herria. Debemos seguir haciendo camino. Debemos hacer moverse a ambos estados. Hay que seguir trabajando para profundizar en los pasos que desde hace años se están dando en el proceso de paz, para llegar a un nuevo escenario. Movilicémonos pues, por ejemplo, el próximo 25 de setiembre en Donibane-Lohitzune.

¡Las y los queremos vivos y en casa!