ETXERAT (29-4-2023). Por segunda vez, Joseba Arregi ha visto regresado su tercer grado y ha tenido que volver a la prisión de Martutene. En la primera ocasión, la tramitación del recurso se prolongó ocho meses, tiempo en el que pudo volver a recuperar parte del tiempo que le están arrebatando.

Ahora, en el momento en que el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria admitió la solicitud del fiscal de suspender el tercer grado y a la espera de que resuelva el recurso, ha tenido que regresar a prisión.

Conculcan los derechos de una persona de 77 años de edad, de los que 31 los ha pasado en prisión. Arregi sufre multipatologías derivadas de la edad y de tantos años de encarcelamiento. Cumplió las tres cuartas partes de la condena española en junio de 2019 y si se le hubieran computado los 10 años de la condena francesa, hace ya varios años que hubiera estado en libertad.

Lo que está ocurriendo con Joseba Arregi es una muestra del mantenimiento generalizado de las medidas de excepción en contra de las y los presos vascos. Tan sólo 39 de ellos se encuentran en 3º grado, cuando, por ley, un total de 110 deberían estar acogidos al mismo. Son alrededor de 50 las y los presos a quienes no se les computa la parte de la condena cumplida en Francia. Muchos enfrentan 40 años de cumplimiento por aplicación de la ley 7/2003 de tiempos de Aznar. 17 presos sufren enfermedades graves, pero pese a ello continúan en prisión.

En lugar de que sean los jueces naturales quienes decidan acerca del recorrido penitenciario de los y las presas vascas, sectores de la Audiencia Nacional continúan obstaculizando de manera sistemática su camino de vuelta a casa.

Que no miren a las y los presos vascos cuando hablan de impunidad. No hay tal impunidad. Son sus derechos, los de los presos y presas y los de sus familiares y allegados los que continúan cercenando. Tras más de tres décadas de largas condenas, aislamiento y castigo añadido no se puede continuar frenando la vuelta a
casa en clave de venganza.

Mañana sábado tenemos en Donostia una importante cita convocada por Sare, a partir de las 11:30 en el Buen Pastor, para mostrar el rechazo a esta situación, para decir basta a las medidas de excepción que continúan aplicándose, y rechazar los obstáculos que continúan poniendo en el camino de vuelta a casa. Mañana todas y
todos a Donostia.

¡Stop a la excepcionalidad!

¡No a los obstáculos en el camino a casa!