ETXERAT (7-8-2022). Algo más de 2.000 personas se han movilizado hoy en un total de 15 playas de Euskal Herria, para pedir el final de la política penitenciaria de excepción, bajo el lema "Stop a la política de excepción. Las y los queremos vivos y en casa". 

En respuesta a la convocatoria de Etxerat, casi un centenar de personas se han movilizado en la playa de Hendaia; más de un millar en las playas de Hondarribia, Donostia, Orio, Zarautz, Deba y Mutriku; y otras tantas en Ondarroa, Lekeitio, Ea, Laga, Laida, Mundaka, Bakio y Muskiz.

Esta es la lectura que hemos hecho;  

En la actualidad, del total de 180 presos y presas políticas vascas, aún 41 se encuentran en cárceles periféricas y otras prisiones españolas lejanas, fuera de Euskal Herria, mientras que en las prisiones francesas quedan aún 17.

Pese a que podemos considerar que la situación, en general, ha mejorado para los y las presas vascas y para los familiares, el mantenimiento de la excepcionalidad penitenciaria por parte de los estados español y francés es anacrónico y lo que es peor, ignora la decisión de la sociedad vasca de avanzar hacia el futuro de este país, porque prefiere agradar al inmovilismo en clave vengativa de algunos sectores de la judicatura, políticos, mediáticos y de algunas asociaciones de víctimas.

Es excepcional y anacrónico, casi once años después del final del ciclo de violencia en Euskal Herria, que todavía queden presos y presas vascas en cárceles lejanas. Lo es asimismo que 17 presos con enfermedades graves e incurables no sean puestos en libertad inmediata, al igual que los 7 presos y presas vascas con más de 70 años de edad. No se puede mantener un día más en prisión a Jakes Esnal, Ion Kepa Parot y Unai Parot, encerrados desde hace más de 32 años;  es ya hora de facilitar la vuelta de los 24 exiliados y 8 deportados políticos.

Es contrario a derecho que tan solo 6 presos estén disfrutando de permisos de salida, cuando, por tiempo de condena cumplido, si se les aplicara la lagalidad ordinaria, 151 presos deberían poder hacerlo. Es el mismo mantenimiento de la excepcionalidad y la venganza por el que tan solo 27 presos y presas están en tercer grado, cuando deberían estarlo 122.

Hoy, en esta movilización en el litoral de Euskal Herria, instamos a la sociedad vasca, a los agentes políticos y socialea, a continuar apostando por el futuro de este país. No se puede condenar a la sociedad vasca a retrasar indefinidamente la resolución y la construcción de la convivencia.

Stop a la política penitenciaria de excepción.